La NASA ha puesto en órbita la
misión 'Demo-2', como vuelo de prueba final antes de que se certifique a la
nave espacial de SpaceX para misiones tripuladas regulares. Es la primera vez
que la agencia espacial estadounidense trabaja con una empresa privada
para poner astronautas en órbita, lo que puede suponer en un plazo más corto
del que parece la mercantilización definitiva de los viajes al espacio con una
oferta real de turismo espacial. Bill Ingalls/NASA
La nave espacial Crew
Dragon Endeavor, de SpaceX, despegó con éxito el sábado 30 de mayo a bordo de
un cohete Falcon 9 desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, poniendo
en órbita a los astronautas Robert Behnken y Douglas Hurley. Su destino era la Estación
Espacial Internacional (“ISS”, por sus siglas en inglés), acoplándose de forma
autónoma después de un viaje de unas 19 horas.
Aunque la cabina esté solo
ocupada por dos personas en este viaje inaugural, tiene capacidad para
transportar a siete personas en total. En esta ocasión, esa parte vacía ha sido
ocupada por suministros para la EEI.
Las empresas
privadas siempre han recibido encargos de la NASA, pero no hasta el punto de
llevar el protagonismo del proyecto. El objetivo que se perseguía con la
entrada de firmas privadas era reducir los costes y fomentar la aparición de
nuevos proyectos e innovaciones al poner a competir a compañías de este
tipo por contratos sustanciales. Derivar estas tareas también supone ganar
tiempo y recursos para otras líneas de investigación relacionadas con la
exploración del sistema solar. La carrera espacial ya no es una cosa solo de
países. También de empresas privadas y grandes empresarios
Las principales fases de vuelo
desde el lanzamiento
hasta el atraque, a través de SpaceX.
|
Ya no hay botones físicos. Para
los controles se usa la pantalla táctil, Los trajes de vuelo SpaceX, que usan
los astronautas durante el lanzamiento, el acoplamiento, el desacoplamiento y
el reingreso, tienen guantes especialmente diseñados para funcionar con las
pantallas táctiles.
|
Fuentes: nasaspaceflight,
elconfidencial,
ACTUALIZADO EL 2 DE AGOSTO
La cápsula Dragon Endeavour de SpaceX, con los astronautas de la NASA Robert Behnken y Douglas Hurley a bordo, cayó este domingo de manera controlada en las aguas del golfo de México, tras realizar un viaje de 19 horas desde la Estación Espacial Internacional (EEI). Tal como estaba previsto, la cápsula se posó sin problemas sobre la superficie del mar con la ayuda de varios paracaídas en un punto del golfo de México cercano a Pensacola, en la costa noroeste de Florida. Así terminó la histórica misión Demo-2, que se inició a fines de mayo en Cabo Cañaveral (Florida) y con la que se certificará la capacidad de SpaceX, la compañía de Elon Musk, para realizar viajes espaciales comerciales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario