El Parque Nacional de Komodo, Indonesia, está en la lista para optar a ser una de las siete maravillas de la naturaleza del planeta, que serán elegidas en los próximos meses. Situado entre las islas de Sumbawa y Flores, tiene una superficie total (marina y terrestre) de 1.817 kilómetros cuadrados, que se extiende alrededor de tres islas principales (Komodo, Rinca y Padar). Fundado en 1980, en un principio el objetivo principal fue el de conservar al dragón de Komodo (Varanus komodoensis), un enorme lagarto de más de dos metros que nos recuerda al lejano mundo de los dinosaurios, y su hábitat. Sin embargo, a lo largo de los años, los objetivos se han extendido a toda la protección de su biodivesidad, tanto terrestre como marina.
Además de los lagartos, el archipiélago se caracteriza por una gran población de murciélagos de la fruta, o zorros voladores, que habitan principalmente en la isla de Kalong, un atolón de manglares, donde se congregan en grandes colonias. Cada tarde al ponerse el sol, salen en bandadas a las islas cercanas para alimentarse de néctar y fruta, regresando al amanecer. Al orientarse por la vista y el olfato, en las noches sin luna son incapaces de volar, no pudiendo, por ello, satisfacer su hambre. En 1986, fue declarado Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Foto: Romeo Gacad/AFP/Getty Images
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