Hueso del pie (cuarto metatarsiano) descubierto en Hadar (Etiopía). Elisabeth Harman
Desde que el esqueleto de Lucy (su nombre lo recibió en honor de la canción Lucy in the sky with diamonds que acompañó a los miembros de la expedición) fue descubierto en el yacimieno de Hadar, en Etiopía, una hembra de Australopithecus afarensis de 3,2 millones de años de antigüedad, que medía alrededor de un metro, pesaba unos 27 kilos, que fue madre, que llegó a los 20 años de edad y que tendría un cerebro poco mayor que el de un chimpancé, pero que había evolucionado y ya no vivía exclusivamente en los árboles. Los investigadores han mantenido un gran debate acerca de si aquellos antepasados eran totalmente bípedos o todavía conservaban rasgos arborícolas.
La cuestión se ha zanjado con el descubrimiento hace diez años de un hueso del pie, el cuarto metatarsiano, presentado en la revista Sciencie, una vez culminados los estudios del fósil, que demuestra que Lucy y sus congéneres tenían unos pies muy similares a los nuestros. "Ahora sabemos que Lucy y su parientes tenían los pies arqueados y esto significa mucho en el conocimiento que tenemos de ellos, desde dónde vivían hasta qué comían y cómo evitaban a los depredadores. El desarrollo del pie arqueado fue un cambio fundamental hacia la condición humana porque significa perder la capacidad de utilizar el dedo gordo para agarrar las ramas de los árboles, lo que indica que estos ancestros nuestros finalmente habían abandonado la vida en los árboles y habían adoptado la vida en el suelo", dice Carol Ward, coautora del descubrimiento.
El hueso fósil de homínido descubierto, ubicado en su posición en el esqueleto del pie.
Carol Ward. University of Missouri
Carol Ward. University of Missouri
Fuente: Science 2.0
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