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El premio Pritzker, la mayor distinción mundial en el campo de la arquitectura, este año ha sido atribuido al arquitecto portugués Eduardo Souto de Moura. El jurado le ha premiado por «una arquitectura que se manifiesta natural, serena, sencilla; por el cuidado y poesía que permean cada proyecto. Sus edificios poseen la capacidad de expresar simultáneamente cualidades paradójicas: fuerza y modestia, arrogancia y sutileza, marcada autoridad pública y un sentimiento de intimidad, que une modernidad y ecos de la tradición».
Casa do Cinema Manoel de Oliveira, en Oporto. Luís Ferreira Alves.
Souto de Moura (1952), es el segundo arquitecto portugués que recibe este premio, ya que Alvaro Siza Vieira, con quien trabajó entre 1975 y 1979, fue galardonado en 1992. Cuenta con más de sesenta proyectos construidos, principalmente en Portugal, pero también en España, Italia, Alemania, Gran Bretaña y Suiza.
Casa das Histórias Paula Rego, en Cascais. Luís Ferreira Alves.
Entre sus proyectos recientes destacan la Casa do Cinema Manoel de Oliveira, en Oporto y la Casa das Histórias Paula Rego, en Cascais. Su obra más reconocida es el Estádio Municipal de Braga, en el que planteó una estructura monumental capaz de erigirse poderosa tras lograr establecer un difícil diálogo con la naturaleza.
Estádio Municipal de Braga. Christian Richters
Estádio Municipal de Braga. Christian Richters
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