Occhi fragile: Puyehue

Claudio Santana

Ian Salas

El volcán Puyehue, de 2.240 metros de altura, entró en erupción el pasado fin de semana, 4 de junio. La explosión causó una enorme columna de cenizas que se elevó hacia el cielo por más de 10 kilómetros. Está ubicado en la Cordillera de Los Andes y forma parte del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle, que se extiende a lo largo de 15 kilómetros entre las regiones de Los Lagos y Los Ríos, a unos 950 kilómetros al sur de la capital, en una zona de escasa densidad de población. Su última erupción se registró en 1960, año en que se produjo en esa zona un terremoto de 9,5 grados de magnitud en la escala Richter, el más fuerte registrado hasta ahora en todo el mundo. La nube de cenizas expulsada se desplaza en sentido sudoeste-noroeste, por lo que ha obligado a paralizar los vuelos en Argentina y Uruguay, cerrando los principales aeropuertos.

Claudio Santana

Según las creencias mapuches los volcanes constituían el hogar del Pillán, que era el padre fundador de las razas y linajes, y cuando entraba en erupción era porque desataba su ira por algún comportamiento inadecuado de ellos. No le temían realmente, sino que le profesaban un respeto natural, como de hijos a su padre y lo invocaban con sacrificios y ofrendas para hacerle peticiones de diversa índole, además de humo, temblores y lava, el Pillán expresaba su ira con los truenos y los relámpagos. Los Incas, por su parte, tenían costumbre de ofrecer cada año el sacrificio de diez doncellas para evitar la furia del volcán.