lunes, 4 de julio de 2011

Afganistán hoy: un viaje a la realidad

Rubén Guillem


Casa Asia-Madrid acoge la exposición colectiva Afganistán, que se articula a través de fotografías, vídeos y textos, en la que se documenta la dura y compleja situación afgana, un país sumido en un conflicto de incierta solución desde hace más de treinta años.




Guillermo Cervera



El novelista afgano que vive en París, Atiq Rahimi, introduce este proyecto con El regreso imaginario, una novela sobre la diáspora del exilio afgano y el sueño del retorno a los orígenes. «Quiero ver de nuevo esos lugares de la ciudad de los que aún llevo la huella en mi recuerdo y la herida en mi existencia».




Rubén Guillem



El 88% de las mujeres afganas son analfabetas. Ocho de cada diez sufren violencia doméstica. El 95% de las niñas no acaban Secundaria. Son datos que revelan cuál es el valor de la mujer en Afganistán, apresada tras los 370 diminutos agujeros de un burka a través de los cuales están condenadas a ver diariamente la realidad.



Guillermo Cervera



Desde 1978, sucesivas guerras han devastado Afganistán. Son ya varias las generaciones de afganos que no han conocido su país en paz. Primero fue la intervención soviética a causa de las hostilidades entre el Gobierno comunista y la guerrilla islámica. Después, una terrible guerra civil acabó con la instauración en el poder de los talibanes y su régimen del horror. Tras el 11-S, cayó el Gobierno talibán gracias a la intervención internacional. Treinta años de conflictos y las heridas siguen aún sin cicatrizar; el país sigue teniendo un futuro incierto.




Guillermo Cervera



Un travesti en Kabul, vestido de mujer. Se llamaba Zabi. Detrás de su fotografía hay una historia tremenda, que nos cuenta el fotógrafo: «Los travestis suelen salir a prostituirse por las tardes. Quedamos con él en un café, del que nos echaron. El nos pedía que lo sacáramos del infierno que era vivir allí. Después supe que lo mataron, lo descuartizaron y esparcieron sus trozos por la calle. Pero no lo mataron por odiarlo, sino porque estaban enamorados de él. Esa es la hipocresía de este país con el sexo. La mirada de Zabi en esta fotografía dice mucho de Afganistán, «un país lleno de historias que contar». Pero, desgraciadamente, muy pocas tienen un final feliz.



Rubén Guillem



Guillermo Cervera











 

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