En un artículo publicado por la medievalista y experta en la orden franciscana Chiara Frugoni en la página web de los franciscanos de Asis, da cuenta del hallazgo de la cara de un demonio con sus cuernos negros oculto entre las nubes de uno de los frescos que pintara en 1290 Giottode Bondone en la basílica superior de San Francisco, concretamente en la vigésima escena de la vida del santo, donde abajo se representa su muerte y arriba la asunción de su alma al cielo.
Chiara Frugoni se percató de su existencia mientras estudiaba todos los frescos de la basílica, proceso que le permitió también sacar a la luz hace algo más de un año algunas inscripciones. "Hasta ahora, se pensaba que el primer pintor que alteraba las nubes era Andrea Mantegna, que en su 'San Sebastián' de 1460 (conservado en el Kunsthistorisches Museum de Viena) había mostrado en el fondo del cielo a un caballero que surge de una nube. Ahora, esta primacía de Mantegna ya no es tal". De todas maneras, "el significado del descubrimiento está aún por profundizar".
Para el franciscano Enzo Fortunato, “ este descubrimiento puede ayudar a entender la importancia de la catequesis de objetivar el mal para no darle entrada en nuestra vida. En el Medievo se tenía la creencia de que en el cielo habitaban indistintamente ángeles y demonios. Los primeros, llevaban las almas de los justos al Paraíso; los segundos, atraían las de los condenados”.
Detalle del jinete en la nube del San Sebastián de Viena, de Andrea Mantegna.
Fuente: Corriere della Sera
No hay comentarios:
Publicar un comentario