Un equipo multidisciplinar del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH) entró el martes de la semana pasada por primera
vez a una cámara funeraria del sitio
arqueológico de Palenque, Chiapas, de unos 1.500 años de antigüedad, la cual
podría contener los restos de K’uk Bahlam I, uno de los primeros soberanos de
esa ciudad maya, que ascendió al poder el año 431 d.C. y fundó la dinastía a la
que perteneció el célebre gobernante maya Pakal. Esta tumba real se encuentra
en el interior del Templo XX, y es al menos dos siglos anterior a la tumba dePakal, descubierto hace 50 años en este mismo sitio, localizada en la acrópolis
sur de este antiguo territorio que debió llamarse Lakamha o “Lugar de las
Grandes Aguas”.
La tumba se encuentra a seis metros de profundidad con
respecto a la parte superior del templo y tiene planta rectangular y el techo
abovedado. El espacio mide de media 3,4 metros de largo, 1,43 de ancho y 2,5 de
alto. Hasta el momento no se han localizado restos óseos en la estancia ni
sarcófago pero se han hallado once vasijas y cerca de un centenar de pequeñas
piezas, en su mayoría grandes cuentas de piedra verde, posiblemente jade, una
especie de anillo y un colgante, además de pintura mural que decora el espacio
funerario. En tres de sus paredes hay pinturas
murales de vivas tonalidades rojas, con representaciones de los Nueve Señores
del Xibalbá del inframundo, portando tocados, escudos y sandalias.
La zona arqueológica de Palenque es una de las mejor
conservadas de la cultura maya. Está situada en plena selva y se calcula que solamente en torno al 15 % de su superficie ha sido
explorada.
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