sábado, 20 de octubre de 2012

El salto estratosférico de Felix Baumgartner



Ascensión de la cápsula donde viajaba el austriaco Baumgartner. Pedrag Vuckovic

  

Es el salto más alto jamás realizado: 39.068 metros de altura. Para conseguir esa proeza, el paracaidista austriaco Felix Baumgartner, de 43 años, subió hasta la estratosfera y después de contemplar el globo azulado que se ve desde esa distancia, se lanzó al vacío. Cayó con una rapidez difícil de imaginar: 1.137 kilómetros por hora. Durante 20 segundos llegó a superar la velocidad del sonido sin propulsión, un nuevo récord que le convierte en héroe supersónico.




Al iniciar el salto. Red Bull

 

Miles de televisiones y medios online de todo el mundo retransmitieron en directo el instante en que Baumgartner se lanzaba. Y nueve largos minutos después, el momento en que posaba los pies en la tierra del desierto de Nuevo México con la misma soltura que si se hubiera lanzado en parapente desde una colina.



 

Durante el salto. Red Bull



¿Qué sentido tienen estas aventuras? En realidad, la historia de la humanidad está llena de aventureros que arriesgaron vida y patrimonio para hacer posible un sueño. Y de esos sueños han surgido no pocos de los avances de los que después nos beneficiamos. ¿Tenía sentido intentar llegar al Polo Norte o atravesar el Atlántico en aquellas frágiles avionetas? Visto retrospectivamente, muchas de esas locuras tuvieron sentido. Con el tiempo se verá qué aporta el salto de Baumgartner, pero sin ese espíritu de superación y sin la curiosidad que anida en la mente humana ni siquiera hubiéramos dominado el fuego.



 

El austriaco batió varios récords: el de altura del salto (el anterior estaba en 31.333 metros, logrado en 1960), el de mayor altura alcanzada en globo y el de velocidad de caída, el más arriesgado. Ross Franklin





Fuente: El País




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