Sergei Gorbunov/AP
Yevgeny Salinder,
un niño de 11 años, cuando paseaba con
su perro descubrió un hueso y se lo dijo a sus padres y éstos, a su vez, lo
informaron a los científicos de la
estación meteorológica polar de Sopkarga, donde el niño vive con su familia.
Los restos se encontraron en el cabo Sopochnaya Karga, en la península septentrional de Taymyr, bajo el permafrost en un buen estado de
conservación con tejidos de piel y pelo, un oído, un colmillo, varios huesos e
incluso los órganos reproductivos. Los restos son de un macho de más de 500 kg., de 15-16 años, que vivía en las
marismas y pantanos siberianos hace unos 30.000 años. Es el mejor conservado desde el
descubrimiento en 1901 de un mamut gigante cerca del río Beryozovka en el noreste
de Yakutia.
El examen del cuerpo ha demostrado que las jorobas sobre los
mamuts que se ven en las pinturas pelolíticas no son debidas a los grandes
huesos de la columna, sino que eran el almacenamiento de depósitos de grasa, como los tiene el camello, que les
ayudaron a sobrevivir en los inviernos largos y fríos. La de este mamut es
relativamente pequeña, lo que significa que murió durante un corto verano
ártico,
El mamut ha sido llamado Zhenya, el apodo del niño que lo
encontró, aunque oficialmente el animal será conocido como el mamut
Sopkarginsky.
Sergei Gorbunov/AP
Fuente: TheMoscow News
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