domingo, 11 de noviembre de 2012

El cambio climático y los antiguos mayas




¿cómo una cultura esplendorosa, capaz de construir ciudades-estado, de levantar pirámides y de desarrollar la lengua escrita, las matemáticas y la astronomía, que fue una de las civilizaciones más avanzadas del mundo en el primer milenio, pudo entrar en declive y desaparecer? Douglas Kennett



Un equipo internacional de arqueólogos e investigadores de ciencias de la tierra ha compilado los registros climáticos recogidos a partir de estalagmitas de 2.000 años de antigüedad, de la cueva Yok Balum, próxima a las ruinas de la ciudad de Uxbenka, en el sur de Belice, y al compararlos  con la narrativa histórica maya tallada en piedra en los monumentos de la región y a la precisión del calendario maya, han podido relacionar el régimen de lluvias con los acontecimientos históricos. El estudio  muestra cómo los sistemas políticos mayas se desarrollaron y se desintegraron en respuesta al cambio climático.




Tomaron muestras de esta cueva y midieron la composición de los isótopos de oxígeno en las estalagmitas para crear un registro de lluvias. Estos isótopos viajan con la lluvia en los depósitos de la cueva y están incorporados en el crecimiento de estas formaciones milenarias. De esta forma, reflejan la cantidad de precipitación que cayó a la superficie terrestre. Douglas Kennett



«Cantidades inusualmente altas de lluvias favorecieron un aumento en la producción de alimentos y una explosión en la población entre los años 450 y 660. Esto llevó a la proliferación de ciudades como Tikal, Copán y Caracol a través de las tierras bajas mayas. Los nuevos datos climáticos muestran que este periodo fue seguido por otro de sequías generalizadas durante cuatro siglos, que provocaron una disminución de la productividad agrícola y contribuyó a la fragmentación social y el colapso político», afirmó el antropólogo Douglas Kennett,  de la Universidad Estatal de Pensilvania. «El ascenso y caída de la civilización maya es un ejemplo de cómo una sofisticada civilización no sabe adaptarse con éxito al cambio climático. Con los períodos de alta precipitación aumentó la productividad de los sistemas agrícolas y dio lugar a un aumento de la población y la sobreexplotación de recursos; el clima progresivamente más seco llevaría a la desestabilización política, y a la guerra cuando los recursos se agotaron. La sequía más severa (entre los años 1020 y 1100) se empareja con el colapso de los centros de poder maya y puede estar asociada con una disminución de la población en la zona».




Localización de la cueva en la que se tomaron las muestras. Claire Ebert











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