Achim Kleuker
Para
celebrar los cien años del hallazgo del busto de Nefertiti, se ha inaugurado en
el Neues Museum de Berlín una exposición titulada ‘A la luz de Amarna’, que se
compone de unos 400 objetos, incluyendo 50 préstamos de museos como el
Metropolitan Museum of Art, el Museo del Louvre y el Museo Británico, lo que
permite sumergirse en la vida cotidiana
y el tiempo de Nefertiti y su esposo dentro de su contexto
histórico-cultural.
J. Liepe
Lo encontró el obrero Mohamed Ahmed es-Senussi en una parte del taller del escultor Tutmosis en el curso de las excavaciones de la Deutsche Orient-Gesellschaft, Compañía Alemana de Oriente, que dirigía Ludwig Borchardt. La escultura se habría precipitado al suelo desde un estante. Al desenterrarlo, "vimos surgir el más vivo de los objetos egipcios". No está claro cómo Borchardt se llevó la pieza, pero es indudable que salió del país de manera engañosa. El gobierno egipcio sigue reclamándola como una obra esencial de su patrimonio.
Nefertiti
está retratada en su madurez, sin ocultar arrugas, con una belleza armónica y
equilibrada, la mirada apunta al infinito. Su rostro, irresistiblemente fascinante, de
grandes ojos y rojos labios sensuales, parece estar más allá del tiempo y el espacio. Mientras, su tumba no ha sido identificada ni,
con seguridad, su momia. J. Liepe
El busto fue
creado alrededor de 1340 a.C. por el escultor Tutmosis, en cuyo taller estaba
como un modelo para los artistas que esculpían los retratos de la reina. La
obra es de piedra caliza, que se cubre con yeso modelado. El ojo está hecho con
incrustaciones de cristal y la pupila fija es de cera de color
negro. El segundo ojo nunca se llevó a cabo. J. Liepe
Relieve del rey Akhenaton, la reina Nefertiti y tres hijas. Margarete Büsing
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