El fotógrafo Félix Salazar de Los Angeles, California (Estados
Unidos), ha publicado en su página web
una serie de macrofotografías tomadas en un arrecife para mostrarnos en todo su esplendor la vida coralina
y sus ‘habitantes’. Las fotografías
tienen unos colores altamente saturados obtenidos con la ayuda del ordenador para
conseguir crear estas bellas imágenes.
El coral se compone de animales diminutos y frágiles
conocidos como pólipos y de los esqueletos de éstos cuando mueren. Hay dos
tipos de coral: el coral duro, cuya estructura de carbonato de calcio forma los
arrecifes de coral y el coral suave, que por su forma y flexibilidad se asemeja
más a las plantas. Son parientes invertebrados de las anémonas y medusas. Son
de hábitos nocturnos, por lo que por la noche pueden apreciarse sus pequeños
tentáculos cuando están alimentándose.
Los arrecifes comienzan a formarse cuando un pólipo se ancla
a una roca del lecho marino y a continuación se divide, o rebrota, en miles de individuos
iguales. La estructura calcárea de los pólipos conecta a estos entre sí,
creando una colonia que funciona como un organismo individual. A medida que las
colonias van creciendo a lo largo de miles de años, se agrupan con otras
colonias para formar arrecifes. Algunos de los arrecifes de coral existentes
hoy en el planeta comenzaron a formarse hace más de 50 millones de años. Como
uno de los más grandes y complejos ecosistemas del planeta, los arrecifes de
coral rebosan de vida: son el hogar de más de 4.000 especies de peces, 700
especies de coral y miles de otras plantas y animales.
Éstos se encuentran en las aguas costeras de los trópicos y sobre
todo forman atolones y barreras, como la Gran Barrera de Coral. La
acidificación progresiva de los océanos debido en parte a la contaminación, la
sedimentación y el aumento de la
temperatura global, son una amenaza que podría hacer desaparecer el 30 por ciento de
los actuales arrecifes en los próximos 30 años.
Fuente: Coral Reef Alliance
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