El fotógrafo Micah Albert en el vertedero de Dandora
de Nairobi, 2013. Su proyecto "Buried in Dandora", patrocinado y premiado
por el Pulitzer Center, nos muestra el peligro, la suciedad y la tragedia de
una gente que vive y trabaja en el enorme vertedero de Nairobi.
En Nairobi, capital de Kenia y centro económico del este de
África, está el suburbio de Dandora. Allí se ubica, a 8 kilómetros de ese centro, uno de los mayores
vertederos de África, con una extensión de 12 hectáreas. Cerca de un millón de
personas viven en el entorno del basurero que literalmente se derrama sobre las casas de los barrios cercanos. Diariamente se
vierten unas 2.000 toneladas de desechos. El descontrol de los vertidos debido
a la ausencia de leyes y políticas de gestión de residuos ha hecho que los problemas
de saneamiento aumentan de forma exponencial con el crecimiento de la población.
Debido a la falta de espacio, los residuos se queman a
menudo, produciendo humos tóxicos, rico en dioxinas, plomo, cadmio y furano,
que llegan a causar daños irreversibles a los sistemas inmunológico, nervioso,
endocrino y reproductivo. Un estudio publicado por las Naciones Unidas reveló
que la mitad de los niños examinados poseen concentraciones que exceden los
niveles de plomo en la sangre además de sufrir problemas respiratorios,
mientras que el 42% de las muestras de tierra recogidas tienen niveles de plomo
diez veces superiores a lo permitido.
A pesar de los riesgos para la salud, entre 6.000 y 10.000
personas se ganan la vida con el vertedero en busca de restos de comida y
determinados desechos para la reventa, o la separación de materiales para su
reciclaje. Cárteles informales controlan las labores de reciclaje. Un
cierto ritmo de vida se ha desarrollado alrededor del basurero y muchas familias
dependen de la recogida de residuos.
Las autoridades han hecho caso omiso a las leyes ambientales
internacionales. Dandora fue catalogado por el Blacksmith Institute -una organización
internacional sin fines de lucro dedicada a eliminar la contaminación que
amenaza la vida en el mundo en desarrollo- como uno de los lugares más
contaminados del mundo. Inaugurado en 1975, desde hace años considerado
oficialmente "completo", ha sido clausurado recientemente, después de
haber sido impugnado en febrero de 2012 el proceso de desmantelamiento.
Haciendo una pausa en la recogida de basura.La mujer dijo que le gustaba mirar libros, incluso catálogos industriales. La fotografía, tomada el 3 de abril de
2012, ganó
el primer premio en la categoría Temas Contemporáneos del concurso de
fotografía World Press Photo.
Fuentes: Pulitzer Center,
World Press Photo, Afronline
No hay comentarios:
Publicar un comentario