sábado, 8 de febrero de 2014

Tiendas musulmanas saqueadas en Bangui





Un soldado francés dispersando a unos saqueadores de los hogares pertenecientes a familias musulmanas en el distrito de Miskine de Bangui.




El conflicto que asola la República Centroafricana, donde en menos de un año han muerto miles de personas, continúa entre los grupos rebeldes de mayoría musulmana que forman la coalición Séléka y las milicias  de autodefensa Antibalaka (antimachete) de mayoría cristiana. En el distrito Miskine de Bangui, en la avenida que conduce al barrio PK5 (a cinco kilómetros del centro), una zona de mercado cuyas tiendas son de musulmanes, todas ellas han sido saqueadas por los residentes cristianos en los últimos días, ya que los milicianos Antibalaka han hecho retroceder a las facciones musulmanas; mientras, las fuerzas francesas y de la Unión Africana se esfuerzan por contener el odio y la barbarie que se ha adueñado de este empobrecido país y evitar el derramamiento de sangre. Un toma y daca visceral que no cesa y que ha sembrado el miedo en ambas comunidades. Tampoco el nombramiento de una nueva presidenta, Catherine Samba-Panza, ha conseguido amainar la violencia.




















En muchos barrios reina una calma incierta. Pero los hospitales siguen recibiendo heridos por bala o por machete a diario, en una rutina violenta en la que se enfrentan ya vecinos contra vecinos, enemigos no por apoyar a uno u otro grupo armado, sino por ser musulmán o cristiano. La mayoría de los cristianos se refugian en centros religiosos o en campos de desplazados como el del aeropuerto (protegido por los franceses) donde se hacinan más de 100.000 personas. Los musulmanes se reagrupan en sus barrios, muchos ya han iniciado el camino del exilio y dejan Bangui y el país. 





















Fotos: Jerome Delay de la agencia AP
Fuentes: The Guardian, Il Post, El País




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