jueves, 3 de abril de 2014

Historias de Burundi




El recipiente para transportar agua de Domitile Bankuwunguka, 56 años. El objeto es un regalo del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) que recibió en el campo de refugiados Nduta en Tanzania. Costo: Gratuito.  "Escogí este objeto porque lo llevo conmigo todos los días para ir a buscar agua al río Maragazi. Son dos horas de camino para hacer ocho kilómetros, cuatro de ida y cuatro de vuelta. Pero me gusta, sobre todo cuando estoy en la orilla del río con mi amiga Capitolina para contarnos los cotilleos". En la foto, Domitile junto a su hija más pequeña, Alice, de un año.




El espejo y el peine de Rosette Nizigiyimana, de 26 años. Los  objetos son del mercado de Kayogoro. Costo: El peine 300 Fbu (0,14 euros), el espejo 1000 Fbu (0,5 euros). "Me gusta presentarme bien en las salidas importantes: con los amigos,  la misa de los domingos o en las ceremonias".




El pulverizador de Ntahimperera Louis, de 52 años. El objeto es un regalo de la ONG Oxfam. Costo: el costo de la manguera  es  de 500 Fbu (0,25 euros), mientras que los herbicidas (Penstrop y Sulfa) cuestan alrededor de 7.000 Fbu (3,25 euros). "La naturaleza es mi pasión".




La azada de Anatholie Barayandema, 70 años. El objeto viene del mercado de Gatabo, a cuatro kilómetros de Buga. Costo: 1500 Fbu, (0,70 euros). "Yo la utilizo desde los 6 años".



En Occidente, tener dinero significa tener  poder adquisitivo para acumular bienes, objetos, símbolos de prosperidad. Pero, ¿qué objetos tienen quienes viven con menos de un dólar al día?, ¿cuál de ellos es su favorito y que. además, utilizan en su vida diaria? Andrea Frazzetta hace unos años estuvo junto a una ONG haciendo un documental sobre las personas que viven con menos de un dólar al día. En la aldea de Buga, un grupo de cabañas dispersas en una colina fangosa, perdida en la región más pobre del país, pidió a sus vecinos que posaran con lo más preciado que poseían. Estas son las historias que le contaron.





El rosario de Zia Marseline, 64 años. El objeto proviene del campo de refugiados de Kigoma, Tanzania. Costo: 300 fbu (0,15 céntimos de euro). "Pertenezco al movimiento mariano y soy muy devota de la Santísima Virgen María. Ella me llevará al paraíso ".




El conejo de Isidonie Nahimana, de 35 años. Se lo regaló un vecino. La elección es clara:  "espero que en unos meses se convierta en una buena comida para acompañar a los frijoles."




La radio de Samuel Sabimana, 17 años. El objeto es de Tanzania. Costo: 6000 Fbu (2,80 euros), la compró con el dinero ganado trabajando en el campo de un vecino. "Escucho la radio con los auriculares y me encanta la música, a la vez que me mantengo informado sobre lo que sucede en Burundi y en otras partes del mundo, quería tener una radio también".




La Biblia de Bernard Batungwana, de 55 años. El objeto proviene del campo de refugiados de Nduta. Costo: 2500 Fbu (1,20 euros). Deliberadamente abrió el libro sagrado por su verso preferido, el Salmo 1:1, «"Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado". Estoy particularmente orgulloso de este salmo, porque me consuela de todas las dificultades de esta vida. Somos los parias de Burundi».



De acuerdo con un informe del Banco Mundial sobre la pobreza en el mundo, Burundi es uno de los cinco países más pobres del planeta. La mayoría de sus habitantes viven con menos de un dólar al día. Además de la guerra civil que sufrió en la mitad del siglo XX -las diferencias sociales entre los tutsis y los hutus han contribuido  a la inestabilidad política en la región-, la corrupción, la falta de acceso a la educación, los efectos del SIDA y la emigración -el país está densamente poblado-, son los grandes problemas que arrastra.




La tarjeta de identidad del marido de Thérèse Ntahorutaba, de 47 años, sin trabajo, es la más pobre de la aldea. El documento viene de la ciudad de Kayogoro, a 40 kilómetros de Buga. "La conservo desde 2005, año en que murió mi marido. Su nombre era Joseph Bakaze. Yo lo extraño mucho, tanto que todavía lo amo".




"Box", el perro callejero de Josiane, de 2 años. Fue encontrado vagando en el campo. Costo: un regalo por su primer cumpleaños. "Somos compañeros inseparables de juegos".




La bicicleta de Onesim Hahinyugimana, de 56 años, agricultor y propietario de un cabaret (pequeña tienda de licores). La compró en el mercado del pueblo de Kayogoro. Costo: 20.000 Fbu (9,50 euros). "Como decimos en nuestro país, primero la bicicleta y luego a la mujer. Es un medio fundamental para moverse entre las colinas de la zona de Gatabo".




Triciclo de madera de Fulgence Hahinyuzimana, de 10 años. Lo construyó el mismo con los tallos del sorgo, una planta ampliamente utilizada en Buga. "Es mi juguete favorito".






Fotos de Andrea Frazzetta
Fuente: Il Post




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