El recipiente para transportar
agua de Domitile Bankuwunguka, 56 años. El objeto es un regalo del Alto
Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) que recibió en el campo de
refugiados Nduta en Tanzania. Costo: Gratuito.
"Escogí este objeto porque lo llevo conmigo todos los días para ir
a buscar agua al río Maragazi. Son dos horas de camino para hacer ocho
kilómetros, cuatro de ida y cuatro de vuelta. Pero me gusta, sobre todo cuando
estoy en la orilla del río con mi amiga Capitolina para contarnos los
cotilleos". En la foto, Domitile junto a su hija más pequeña, Alice, de un
año.
El espejo y el peine de Rosette
Nizigiyimana, de 26 años. Los objetos
son del mercado de Kayogoro. Costo: El peine 300 Fbu (0,14 euros), el espejo
1000 Fbu (0,5 euros). "Me gusta presentarme bien en las salidas
importantes: con los amigos, la misa de
los domingos o en las ceremonias".
El pulverizador de Ntahimperera
Louis, de 52 años. El objeto es un regalo de la ONG Oxfam. Costo: el costo de
la manguera es de 500 Fbu (0,25 euros), mientras que los
herbicidas (Penstrop y Sulfa) cuestan alrededor de 7.000 Fbu (3,25 euros).
"La naturaleza es mi pasión".
La azada de Anatholie
Barayandema, 70 años. El objeto viene del mercado de Gatabo, a cuatro
kilómetros de Buga. Costo: 1500 Fbu, (0,70 euros). "Yo la utilizo desde
los 6 años".
En Occidente,
tener dinero significa tener poder
adquisitivo para acumular bienes, objetos, símbolos de prosperidad. Pero, ¿qué
objetos tienen quienes viven con menos de un dólar al día?, ¿cuál de ellos es
su favorito y que. además, utilizan en su vida diaria? Andrea Frazzetta hace unos años
estuvo junto a una ONG haciendo un documental sobre las personas que viven con
menos de un dólar al día. En la aldea de Buga, un grupo de cabañas dispersas en
una colina fangosa, perdida en la región más pobre del país, pidió a sus
vecinos que posaran con lo más preciado que poseían. Estas son las historias
que le contaron.
El rosario de Zia Marseline, 64
años. El objeto proviene del campo de refugiados de Kigoma, Tanzania. Costo:
300 fbu (0,15 céntimos de euro). "Pertenezco al movimiento mariano y soy
muy devota de la Santísima Virgen María. Ella me llevará al paraíso ".
El conejo de Isidonie Nahimana,
de 35 años. Se lo regaló un vecino. La elección es clara: "espero que en unos meses se convierta
en una buena comida para acompañar a los frijoles."
La radio de Samuel Sabimana, 17
años. El objeto es de Tanzania. Costo: 6000 Fbu (2,80 euros), la compró con el
dinero ganado trabajando en el campo de un vecino. "Escucho la radio con
los auriculares y me encanta la música, a la vez que me mantengo informado
sobre lo que sucede en Burundi y en otras partes del mundo, quería tener una
radio también".
La Biblia de Bernard
Batungwana, de 55 años. El objeto proviene del campo de refugiados de Nduta.
Costo: 2500 Fbu (1,20 euros). Deliberadamente abrió el libro sagrado por su
verso preferido, el Salmo 1:1, «"Bienaventurado el varón que no anduvo en
consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de
escarnecedores se ha sentado". Estoy particularmente orgulloso de este
salmo, porque me consuela de todas las dificultades de esta vida. Somos los
parias de Burundi».
De acuerdo con
un informe del Banco Mundial sobre la pobreza en el mundo, Burundi es uno de
los cinco países más pobres del planeta. La mayoría de sus habitantes
viven con menos de un dólar al día. Además de la guerra civil que sufrió en la
mitad del siglo XX -las diferencias sociales entre los tutsis y los hutus han
contribuido a la inestabilidad política
en la región-, la corrupción, la falta de acceso a la educación, los efectos
del SIDA y la emigración -el país está densamente poblado-, son los grandes
problemas que arrastra.
La tarjeta de identidad del
marido de Thérèse Ntahorutaba, de 47 años, sin trabajo, es la más pobre de la
aldea. El documento viene de la ciudad de Kayogoro, a 40 kilómetros de Buga. "La
conservo desde 2005, año en que murió mi marido. Su nombre era Joseph Bakaze.
Yo lo extraño mucho, tanto que todavía lo amo".
"Box", el perro
callejero de Josiane, de 2 años. Fue encontrado vagando en el campo. Costo: un
regalo por su primer cumpleaños. "Somos compañeros inseparables de
juegos".
La bicicleta de Onesim
Hahinyugimana, de 56 años, agricultor y propietario de un cabaret (pequeña
tienda de licores). La compró en el mercado del pueblo de Kayogoro. Costo:
20.000 Fbu (9,50 euros). "Como decimos en nuestro país, primero la
bicicleta y luego a la mujer. Es un medio fundamental para moverse entre las
colinas de la zona de Gatabo".
Triciclo de madera de Fulgence
Hahinyuzimana, de 10 años. Lo construyó el mismo con los tallos del sorgo, una
planta ampliamente utilizada en Buga. "Es mi juguete favorito".
Fotos de Andrea
Frazzetta
Fuente: Il Post
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