miércoles, 14 de enero de 2015

Los últimos samuráis
















En 1868 comenzó en Japón la Restauración Meiji, un acontecimiento histórico que barrió todas las viejas estructuras de poder en Japón y provocó la caída del régimen feudal liderado por el shogunato Tokugawa, en el que los guerreros samuráis eran los encargados de mantener la paz del país. El nuevo emperador Meiji, cuyo propósito era modernizar Japón y convertirlo en una potencia mundial, abolió los privilegios de los samuráis.
















Descontentos con este nuevo giro de los acontecimientos, los samuráis de Satsuma, una vez más se rebelaron en 1877,  pero esta vez para ser vencidos por el poderoso armamento de un ejército japonés moderno formado por el campesinado. Después de más de ocho siglos de liderazgo militar, la clase samurái fue oficialmente abolida. La pérdida de privilegios y la modernización de la sociedad japonesa provocaron su práctica desaparición.
















Felice Beato (1832-1909) fue uno de los mejores fotógrafos de viajes profesionales del siglo XIX y también uno de los primeros en captar imágenes en el Extremo Oriente. Vivió y trabajó en Japón desde 1862 hasta alrededor de 1885, y se dedicó a documentar todos los aspectos del país (retratos de estudio, paisajes y escenas de la vida cotidiana), que empezaba a abrirse a Occidente.
















En octubre de 1866, en un incendio que destruyó gran parte de Yokohama, Beato perdió su estudio y sus negativos; pasó los dos años siguientes trabajando para poder reemplazar las pérdidas. Su trabajo tuvo un impacto significativo en la fotografía de la época, y su influencia en Japón, donde trabajó con numerosos fotógrafos y artistas. La mayoría de sus retratos son coloreados a mano, una práctica que introdujo en Japón. Esta fotogalería es un homenaje  a aquellos guerreros tradicionales, los últimos samuráis.





















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