La selva amazónica es la mayor
del mundo. Cubre aproximadamente el 40% del territorio sudamericano,
extendiéndose por nueve países, pero en los últimos 40 años al menos el 18% de
la misma ha sido destruida. Las fotografías de Rodrigo Baleia nos muestra la belleza y la destrucción de la región
brasileña a vista de pájaro.
La Amazonia está
desapareciendo. Es el bosque primario más grande del planeta y ya ha
perdido el 18% de su superficie, y su destrucción continúa. Su extensión hace
que sea un elemento clave en la dinámica global del clima y del régimen
hídrico. Sin embargo, Brasil, país en el que se encuentra la mayor parte de la
Amazonia, ocupa la cuarta posición entre los países más contaminantes por las
emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la deforestación. La
Amazonia es clave en la lucha contra el cambio climático.
Las
mayores amenazas de la Amazonia son la expansión del cultivo de
soja -desde la década de 1990 ha sido el principal motor de la deforestación- y
la ganadería con un 70%, ambos precedidos por la explotación
forestal depredadora y muy frecuentemente ilegal. Recientemente, los
planes del gobierno de Brasil de construir decenas de grandes
presas para aprovechamiento hidroeléctrico en los ríos de la Amazonia
supone una nueva amenaza para este importante ecosistema.
Para Greenpeace
las soluciones pasan por establecer moratorias para nuevos proyectos de
explotación (agrícola, forestal, minera, hidráulica), la protección
de los ecosistemas forestales que son beneficiosos para los pueblos indígenas y
las comunidades locales, y las administraciones deben garantizar que
los recursos procedentes de los bosques no estén asociados a la
destrucción de los mismos y a la violación de derechos humanos de las
comunidades que los habitan.
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